Ella lo
conoció en Internet, en una tentativa desesperada para salvarse de su mediocre
vida sexual. Conectados solo por el ordenador, sin verse u oírse, Shannon está
siendo entrenada paso a paso en el mundo del BDSM.
Cada noche
va descubriendo su papel de sumisa, llevando a cabo los actos más íntimos y
describiéndolos en detalle a su amante cibernético. Casi consigue sentir sus
manos, dedos y lengua estimulando su cuerpo. Está cada día más excitada, mojada
y palpitante anticipándose a cada encuentro.
Ahora él
quiere conocerla personalmente, como en una búsqueda del tesoro y le promete
que acabará en la más erótica y sexual noche que pueda imaginar. ¿Se atreverá a
aceptar el desafío?
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