Everett
Townsend no ha pedido mucho a las otras almas salvadas que dirigen las
escuelas, ni ha conectado con la mayoría de la gente de allí... Puede que tenga
algo que ver con que sus padres hayan vendido su alma al infierno. Harto de
sentirse como carne de cañón en una guerra en la que está en el centro, Everett
necesita recuperar parte del control que parece no haber tenido nunca en su
vida.
Geirfinn
Lundberg sigue sus visiones hasta el lugar donde su hermano menor acaba de
terminar. Pero por mucho que se alegre de alcanzar a Dag, es el hombre con los
ojos de diferentes tono grise el que no puede quitarse de la cabeza, y
enseguida mete la pata cuando se encuentran. No hace falta decir que Everett no
quiere tener nada que ver con un imbécil como ese, pero quiere el entrenamiento
que Geir le ofrece.
Y
aparentemente lo va a necesitar porque las visiones no han terminado.
¿Podrá
superar lo que Geir ha hecho para poner distancia entre ellos y abrir
finalmente su corazón o lo que está por venir será su perdición?
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