A medida
que más y más gente se entera de las verdaderas torturas que soporta Dorian
para usar la magia que todos quieren de él, sus vulnerabilidades salen a la
luz. Además, su último intento de hacer el bien le ha salido mal, y lo que le
convierte en el Encantador parece escaparse... Justo cuando su ingenuo e
incipiente aquelarre necesita más su protección.
Su familia
intenta manejar todo lo que Dorian hace para demostrar que está con él,
tratando de recordarle que es una persona digna de amor y no simplemente su
magia. Pero, ¿cómo se toma uno unas vacaciones cuando hay tanto que hacer y es
la única persona que puede hacerlo? ¿O es su forma de decir que ni siquiera le
necesitan?
Cuando un
viejo amigo llama a Dorian para que lo rescate, se ve envuelto en una situación
como ninguna otra a la que se haya enfrentado antes. La cuestión no es si
ayudará o no -siempre lo hace-, sino si la situación traerá de vuelta al
encantador que todos aman o lo romperá para siempre.
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