Adam Rivers está a punto de ser sacrificado a los dragones
sedientos de sangre por el delito de no pagar sus deudas.
En vez de ser comido vivo, se despierta por las caricias
más maravillosas que podría haber imaginado. Alguien que conoce, alguien
familiar, está encima de él, amándolo, y afirma que Adam le pertenece. Adam,
sin saber lo que está sucediendo, pero feliz de estar vivo, cede
voluntariamente.
Su nuevo amante es el mismo dragón que lo dejó antes.
Novik Gray dice amar y adorar a Adam, y que va a hacer
cualquier cosa para protegerlo. Adam recuerda salvar la vida de Novik diez años
antes, pero ¿está Novik simplemente confundiendo gratitud con amor? Todo lo que
Adam sabe es que él quiere permanecer al lado del hombre, pero cuando un amigo
se pone en peligro, Adam se verá obligado a probar hasta qué punto Novik
verdaderamente reclama quererlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario