Su nombre era Jack. No era un nombre famoso o un nombre
aventurero, ni siquiera un nombre poético. Pero para Mason Philips, era el
nombre más hermoso del mundo, porque pertenecía a Jack Spencer, el hombre con
el que Mason había estado soñando durante los últimos diez años. Para Mason,
habían sido diez años de anhelos secretos, miradas robadas y fantasías
prohibidas porque Mason era gay ... y Jack no.
Jack Spencer quería a Mason desde que el joven se lanzó a
la piscina y le mostró a Jack que había crecido cuando Jack abrió a los ojos.
Pero una advertencia del hermano de Mason hace que Jack corra, poniendo la
mayor distancia posible entre ellos.
Cuando Mason decide que está cansado de esperar a que Jack
lo vea, empaca y se prepara para seguir adelante con su vida.
Amigos bien intencionados los arrastran juntos con un par
de bañadores negros diminutos, una fiesta en la piscina y muchos celos. Pero
nada es fácil para estos dos. Un asesino psicótico ha puesto su mirada en Mason
y está decidido a tenerlo, sin importar a quién tenga que eliminar en el
proceso.
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