La
resolución de un caso de perritos robados es un trabajo demasiado tranquilo
para un policía antivicios, pero cuando la víctima es su abuela, bueno… los
policías cuidan de los suyos. El problema llega cuando echa una mirada a Lyric
Montgomery, la detective que su abuela ha contratado para recuperar sus perros
salchicha robados, y Kieran Burke sabe que tiene un problema. Él nunca se ha
encendido tan rápido… o estado tan atraído por una demonio con reputación de
violar la ley.Lyric Montgomery no puede creer que se enamore de un policía.
Siempre ha tenido un pequeño problema con permanecer dentro de los límites, y
Kieran es, sin duda, una complicación que no necesita. Sin embargo, su
dominante actitud “yo tengo el control” la tienta como el fuego tienta a un
pirómano.
Kieran
podrá establecer las reglas, pero pronto descubre que para Lyric, romperlas es
la mitad de la diversión, sobre todo cuando lo vuelve loco y evoca su manera
especial de «castigo».
A medida
que la pista se calienta, no es la única cosa que quema lo suficientemente
caliente como para fundir el acero. El chico malo Kieran encuentra que la única
manera de mantener segura a su sexy detective de mascotas puede ser atarla a su
cama… de forma permanente.https://tpi.li/0DlQ0BPA
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