Milo ha
pasado la mayor parte de su vida haciendo pasar un hombre tras otro por su
dormitorio. No tiene relaciones, y definitivamente no hace compromisos.
Mientras intenta escapar del caos de la reunión, el sonido más dulce del mundo
capta su interés y amenaza su estilo de vida de playboy.
Cuando
Milo Gavari pierde el control y le reclama en medio de la sala de baile, Lark
piensa que finalmente ha encontrado su mitad perdida. El perro del infierno
tiene un cuerpo para morirse, pero Lark rápidamente se da cuenta que el paquete
total está lejos de ser perfecto.
Sin
embargo, la reputación de Milo de ser frío y evasivo no va a disuadirle. Hay un
dulce centro en ese rudo exterior, y Lark tiene la intención de sacarlo a la
superficie. Con sus entrometidas tías y el dominante padre de Milo en la
mezcla, encontrar su final feliz no va a ser fácil. Pero las mejores cosas en
la vida nunca lo son.
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