«Seis
meses y medio después
Maggie
cerró la puerta de su pequeño y dulce todoterreno BMW y subió corriendo las
escaleras de su casa. Vio luces encendidas en el interior y se preguntó si Ace
estaría cocinando o trabajando a escondidas en su oficina en casa. Hoy había
pasado el día en Dragonfly Ariel. Sonrió.
Era la
primera vez que iba allí desde que tuvo a Isabel hace poco más de seis semanas.
Ace había trabajado hoy desde casa y había cuidado del bebé para que Maggie
pudiera ocuparse de algunas cosas en el trabajo.
Abrió la
puerta y entró. Todo estaba tranquilo. Izzy debería estar profundamente
dormida, pero su hija tenía unos pulmones impresionantes y le gustaba usarlos a
cualquier hora del día o de la noche.»
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