Aaron ha sido poseído por tres compañeros en total. Dos lo
devolvieron, si Ian lo devuelve, estará en las calles y todos saben que los
humanos no duran mucho allí.
Quiere ser bueno. Quiere mantener la cabeza gacha y hacer
sus quehaceres, pero Ian es un imbécil abusivo. Colecciona compañeros y no
trata bien a ninguno de ellos. Aaron está cansado de que su pareja lo patee y
lo arroje alrededor.
Lo único bueno de la casa es Troy, uno de los empleados de
Ian. Es un dragón que roba comida para Aaron, miente para que no se meta en
problemas y le trae ropa extra a Aaron para que no se enfríe. Entonces, Aaron
no puede evitar enamorarse un poco.
Troy sabe que es una mala idea involucrarse con Aaron. El
humano es sorprendentemente amable y valiente considerando todo lo que ha
pasado, pero Troy parece no poder mantenerse alejado. Planear una forma de
robarle a Aaron a Ian parece ser lo único que puede hacer para asegurarse de
que lo que está creciendo entre ellos no se apague y antes de que Ian destruya
a Aaron para siempre.
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