Hasta que descubre que es un cebo de dragón.
Eso cambia las cosas.
Para permanecer en los muros protectores
del fuerte, Rachel necesita "hacerse amiga" de un dragón y establecer
una conexión mental con él. El Drakoni macho Jurik puede ser protector con ella
y preocuparse ... pero él todavía es un dragón, y está tan perdido en la locura
como cualquiera de ellos. No se puede confiar en él. En ningún dragón. Rachel
aun lleva las cicatrices de la última vez que se enredó con uno, por lo que
seducir a uno parece absurdo.
¿O no?
Porque Jurik no ve sus cicatrices ... todo lo que ve es a ella. ¿Es él su peor pesadilla? ¿O todo lo que ella necesitaba?
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