Jason no
tiene apellido, sólo un número. Nacido y criado en los laboratorios para ser un
asesino, él y su manada habían escapado y se escondieron entre los seres
humanos durante años. Jason también alberga un secreto peligroso. Él está
enamorado de uno de los médicos, quien se ocupaba de supervisar su cuidado, y
después de años de cuidadoso auto-control, no puede aguantar más.
George
Holland ayudó a la manada a escapar, y él ha sido un prisionero de los
Wolfhounds desde entonces, pero eso no es suficiente para distraerlo de su
anhelo de un alfa en particular de la manada.
Es
enfermizo. George no puede creer el tener esos pensamientos, no después de lo
que le hizo una vez a Jason. Pero su amor y el deseo son tan grandes que no
puede resistir cuando Jason toma lo que quiere, y aunque George quiere creer
que Jason no se preocupa por él, y no sabe si su corazón puede manejar eso.
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