Sólo hay una forma de domar a un dragón.
Emma Arroyo lo sabe. También sabe que el gran dragón dorado capturado por la
pandilla de moteros de su hermano está en problemas, y es todo culpa suya.
Él
había seguido su olor, y ahora su vida está en peligro. Ella tiene que arreglar
esto, de alguna manera. Si ella pudiera hablar con el dragón, podrían formar un
plan para escapar, ambos. Pero la mente del dragón está salvaje y está llena de
una ira
incontrolable y letal.
No se puede
razonar con él.
Ciertamente no hay
forma de liberarle, no cuando está así. Pero Emma no
puede irse sin él.Sólo hay una forma de resolver este problema: un
apareamiento.
Cuando Emma se acerca a
Zohr para reclamarlo
como suyo, se
da cuenta de
lo que significa
ser la pareja
de un dragón, y de lo mucho que le importa...Y
descubre lo ferozmente posesivo que puede ser un macho drakoni.
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