Paul Grove ama dos cosas en el mundo más que cualquier otra
cosa: su hija, Trisha, y vagar por las montañas y los bosques de Wyoming. Uno
por el que mataría, el otro es quién es. Ha pasado su vida dedicado a su
‘pequeña’ niña, a pesar de que ella ya no es tan pequeña. Cuando ella
desaparece, él enfoca todas sus habilidades de caza y rastreo en encontrarla.
Las huellas que ha encontrado no tienen sentido, las pistas que dejó atrás,
como nunca había visto, y la desaparición de Trisha y sus amigas, un misterio
que está decidido a resolver. Cuando su hija regresa inesperadamente con un
guerrero de otro mundo, se da cuenta de que no tiene más remedio que regresar
con ella a su nuevo hogar o perderla para siempre.
Morían Reykill es una Suma Sacerdotisa de los simbiontes
dorados de su mundo conocido como La Sangre de los Dioses. Ella es su
protectora y miembro de la Casa Real de Valdier. Cuando matan a su primer
compañero, ella está devastada, porque, aunque él no era su verdadero
compañero, se amaban mucho. Pensó unirse a él en la próxima vida, pero algo le
dijo que aún no era su momento. Ella cree que es por sus cinco hijos, todos
Príncipes de Valdier dedicados a proteger a su gente y la Colmena, el lugar de
nacimiento de los simbiontes. Cuando sus hijos y su gente están amenazados,
ella hará lo que sea para protegerlos.
Paul Grove encuentra el amor en la bella mujer alienígena
que le quita el aliento. Por primera vez desde que su esposa murió cuando
Trisha era un bebé, Paul quiere que alguien lo abrace. Cuando un hombre loco
amenaza a su nueva familia y se lleva a la mujer que está decidido a reclamar,
usará todas sus habilidades en la caza, el rastreo y la guerra para
recuperarla.
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