Después de pasar cinco años en prisión
por un crimen que no cometió, Alan está más que cabreado. Está amargado, y no
duda en decírselo a todos. Cuando su compañero aparece en la taberna donde
trabaja, Alan hace todo lo que está en su poder para evitar al pequeño oso.
Alan no necesita, ni quiere un compañero.
Cuando Sasha entra en una taberna, para
calentarse los dedos de los pies, ni se imaginaba que encontraría a su
compañero. Alan es todo lo que Sasha podría querer alguna vez en un gran oso.
El problema es que Alan no lo quiere, y se lo deja claro.
Cuando Sasha se marcha, Alan entiende
cuan idiota ha sido. Peina las calles en busca de su compañero, pero Sasha no
está en ‘ningún lado’. ¿Le dará el destino otra oportunidad, o su ira ha
arruinado la única posibilidad que tenía de conseguir su feliz para siempre?
Muchas gracias
ResponderEliminar