Sufriendo de un bloqueo de escritor y sin
un amante para hablar de ello, la novelista Laura Watkins está en un estado de
ánimo depresivo. Necesita una escapada y una liberación rápida.
Afortunadamente, encuentra ambas cosas en un retiro a la casa aislada de un
amigo en Colorado. Es suya y solo suya por el tiempo que lo necesite. Entonces
se encuentra con la webcam, y su curiosidad se despierta. Su fantasía secreta
es ser observada por un extraño... Su nombre de pantalla es Aviador. A él le
gusta lo que ve. Él quiere abrirse a ella, también. Ahora, ambos están a sólo
un clic de distancia de explorar, después de horas, de un juego de
exhibicionismo y voyeur donde todo vale. Pero ahora es el momento de dar un
paso más... mediante la unión carnal. Esta vez, sin reglas, sin límites, y
absolutamente nada que se interponga entre ellos...
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