Liberada de una vida de reclusión, Tierra saborea su
libertad y se niega a ser atada a ningún hombre. No importa que nunca tenga
suficiente del oscuro guerrero que desafía su mente, llena su alma de
excitación y entrega a su cuerpo placeres tan intensos. Ella se niega a
someterse a nadie, pero cuando se trata del sexo con Renn, hará cualquier cosa
que él le ordene hacer. Cualquier cosa... excepto entregarle su corazón.
Renn siempre se burló ante la idea de estar con una sola
mujer, negándose a yacer con cualquier muchacha más de un par de veces. Pero
desde el instante en que puso sus manos sobre Tierra, ella fascinó su corazón
con tanta seguridad como su magia fascinaba a cualquiera que se interpusiera en
su camino. El deseo de Renn por la astuta doncella es insaciable y debe
poseerla. Para siempre. Siempre y cuando, por supuesto, que pueda atraparla...
No hay comentarios:
Publicar un comentario