Cuando el padrastro de Amy la ve en pleno
acto sexual con un chico que, en resumen, no es bueno para ella, decide que Amy
necesita un hombre de verdad. De lo que no se da cuenta, es que Amy ya lo tenía
todo planeado. Está cayendo directamente en su dulce trampa y ella no piensa
parar hasta tener a su padrastro completamente seducido. Pronto la ropa sobra y
se rompen los tabúes, al tiempo en que Amy consigue exactamente lo que quiere…
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