Al no
querer seguir siendo su sucio secretito durante más tiempo, Sutton se aleja y
le dice a Casimir que ha terminado.
Casimir se
niega a creer que Sutton pueda dejarlo así y piensa que solo necesita unos días
para calmarse. Sin embargo, cuando se establece la realidad en Casimir, se da
cuenta de que ha cometido un terrible error, cuando Sutton se niega a hablar
con él o incluso a mirar en su dirección.
Cuando
Sutton sale a una llamada de rescate en una mina local, hay un derrumbe en el
que Sutton queda atrapado con otros cuatro hombres que necesitan atención
médica desesperadamente. Casimir prácticamente se vuelve loco tratando de sacar
a su hombre vivo. Cuando la amenaza de perder a Sutton para siempre golpea a
Casimir, promete no solo a sí mismo sino a su compañero, que hará todo lo que
tenga que hacer para compensar a Sutton y recuperarlo. Solo puede esperar que,
si Sutton sobrevive, esté dispuesto a darle una oportunidad más a Casimir,
porque la alternativa es demasiado devastadora para considerarla.
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