A Huckabee
Wallace no le gusta la gente. Son unos pelmazos que no dicen lo que quieren
decir y complican las cosas. O son como sus padres, que estaban locos. Es mejor
ir por la vida solo, lo que es difícil dado que está atrapado en la finca de
las Damas, pero se las arregla.
Ridley
Arnold se queda boquiabierto cuando encuentra a su pareja, uno de los dos
gemelos que discuten. Se emociona cuando se da cuenta de que es la belleza
rubia a la que sus ojos se dirigieron inmediatamente cuando entró en el
invernadero. El único problema es que el guapísimo no cree en las parejas. Ni
en las citas ni en el matrimonio... Pero sí en el sexo, y mucho.
Después de
que Huck le explique que no puede volver a ser un "nosotros" con
alguien después de estar atrapado con un gemelo tan horrible, Ridley lo
entiende y se alegra de las migajas de pan que le deja Huck. Cuando Ridley mete
la pata hasta el fondo, Huck vuelve a enfrentarse a la vida solo. ¿O podrá
superar su pasado y darse cuenta de que puede ser feliz con el hombre del que
se ha enamorado?
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