Después de
años de estar confinado en la escuela y en los terrenos que la rodean, Sandro
Thompson trata de dar pequeñas alegrías, como enganchar chocolate y alcohol
extra para sus amigos cuando llegan las entregas. Sabio en matemáticas y jefe
del departamento, no siempre se relaciona bien con la gente, pero las almas
como él son más que personas... Son sus hermanos.
Dagfinn
Lundberg, sabueso del infierno retirado, hace todo lo que puede para luchar por
el bien, la batalla en la que cree que deben estar los ángeles, lo que también
le lleva a mantenerse al margen. Cuando las visiones recientemente adquiridas
le impulsan a la acción, nunca espera encontrarse con su pareja. Cargado de
equipaje, problemas de confianza y habilidades de comunicación oxidadas, no es
de extrañar que Dag no sea recibido con los brazos abiertos por nadie.
Pero
alguien que habla en matemáticas y variables emparejado con un hombre que no
habla mucho con nadie no es la mejor pareja. ¿Podrá Sandro utilizar esa cabeza
de genio para calcular mejor sus interacciones o tendrá Dag que dar un salto de
fe y simplemente decirle a Sandro lo que siente?
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