Jett ha
esperado pacientemente, durante más de veinticinco años, a que su pareja Zev
reconozca que son compañeros. Entonces una palabra duramente dicha lo cambia
todo, obligando a Jett a darse cuenta de que no puede seguir así. Entonces se
dirige a su líder, Illan, y pide un traslado que lo llevará lejos de su
compañero, su gemelo y su familia.
Puede que
todavía anhele a su compañero y a sus hermanos, pero la nueva vida de Jett es
exactamente lo que estaba buscando, menos un compañero amante, por supuesto.
Una amargura crece en Jett cuando su nueva manada, nuevo cuartel de bomberos y
nuevos amigos se convierten en lo que su vida debería haber sido y no fue. Jett
no tiene ninguna intención de volver al dolor y la angustia que dejó atrás… es
decir, hasta que suena el teléfono.
Finn ha
sido acusado de asesinato. Puede que Jett se sienta traicionado por su familia,
pero también sabe que su hermano no es un asesino, y regresa para ayudar a
limpiar el nombre de Finn.
Zev y su
nidada no podían creer que el frío, enfadado, hombre sentado en el restaurante
era el mismo hombre que solía hacer bromas y reír a cada paso. Sabía que había
provocado esto, y le dolía en su alma ver al hombre amargado y enojado que
había creado con su estupidez. Zev había negado a su compañero y le había dicho
cosas viles y dañinas al hombre que había amado durante tantos años. Todo lo
que necesitaba era una oportunidad para arreglar las cosas, pero la actitud de
Jett le decía que su compañero estaba perdido para él, y Zev tendría que
aceptarlo.
Sin
embargo, cuando Jett se coloca en los brazos de su enemigo, para exculpar a su
hermano, Zev se da cuenta de un par de cosas. Primero, que Zev hará
absolutamente cualquier cosa para mantener a su compañero seguro, y segundo,
que no está preparado para renunciar a Jett todavía. Ahora todo lo que tiene
que hacer es convencer a Jett de que todavía tienen la oportunidad de ser uno,
antes de que el hombre consiga que lo maten.
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