Slade está
decidido a salvar la vida de su amigo y mentor Matthias, el juguetero. Matthias
ha creado su obra más ambiciosa de juguetes, sin embargo, un replicante en la
que va a transferir su ser. Aunque increíblemente realista, el replicante será
una cáscara sin emoción a menos que puedan estimular su programación intuitiva.
¿Y qué es
más estimulante que el sexo crudo, sin inhibiciones?
Se
enciende la pasión entre Slade y Bryce desde el momento en que sus ojos se
encuentran. Se supone que ella debe despertar emociones en el replicante, pero
Slade no puede mantener sus manos fuera de ella. Su piel sedosa y sabor
evocador lo dejan desesperado por más.
Ellos
albergan secretos peligrosos y condenables.
¿Podrá la
pasión o su obligación ganar al final?
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