Shea Mayer
de repente encuentra el premio en un juego de tira y afloja. Él no quiere ser
el juguete masticable de un vampiro, mucho menos de dos. Pese a las protestas
de Shea, cada uno de ellos marca su reclamo.
Calin y
Dustin han estado viviendo por su cuenta desde que su clan intentó matarlos por
ser gay. Ahora se encuentran una vez más siendo rechazados por alguien que se
supone debe amarlos.
¿Shea,
Calin y Dustin encontrarán una forma de navegar por el retorcido camino que les
imponen sus líderes, o se quedarán perdidos y dejarán atrás todo lo que podría
ser?
No hay comentarios:
Publicar un comentario