Cam Cowell
vive una vida de reclusión, escondido en su cuarto, enredando con sus
dispositivos para aliviar su frustración, y huyendo de los sirvientes de los
vampiros. Excepto para comer y dejar correr a su guepardo, nunca se aventura al
exterior.
Es una
existencia solitaria pero mucho mejor que los susurros y miradas que puede
sentir, aún si no puede verlos, recordándole que es el desecho de la familia
Cowell. Es un depredador ciego que se desmaya con el olor de la sangre… ¿No
explica eso todo?
Después de
un breve beso que le hizo salir corriendo, no ha vuelto a encontrarse con
Hayden. El vampiro ha esperado demasiado tiempo para reclamarle, sin embargo,
no lo retrasará más. Se ha vuelto prácticamente loco por la necesidad por Cam.
Cuando Denver, su otro compañero, aparece, ¿las cosas mejorarán o a Cam nunca
le saldrá nada bien en su vida y siempre sentirán lástima por él?
No hay comentarios:
Publicar un comentario