Un
castigo: trabajar un mes en el campo entre rudos vaqueros, que al final se
convierte en toda una revelación.
“¿Me la
puedo comer?“ regunté antes de hacerlo.
El verano
que Daniel suspende otro curso universitario su padre le da un ultimátum: «O me
ayudas en la Iglesia o pasas las vacaciones trabajando en la granja de mi amigo
Sam».
Pero…
¿Quién es el viejo amigo Sam? Se trata de un rudo vaquero al que Daniel solo
vio una vez, de pequeño, y le causó una grata impresión.
De esta forma, Daniel se prepara para pasar el verano más excitante de su vida, porque Sam y sus trabajadores tienen mucho que enseñarle, y bajo las sábanas de todos ellos aprenderá a ser un hombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario