¿Es
solamente la depresión navideña, o es que cada pareja acoplada tiene problemas?
Con el
constante estrés de los ataques que enfrenta el aquelarre, los cambios
producidos a lo largo de los últimos años, y que no hay ningún acoplamiento
perfecto…
Todos los
hermanos necesitan ayuda para volver a descubrir la felicidad con sus
compañeros.
Pero,
¿Quién puede ayudar cuando ha pasado el momento de las meras disculpas?
Elena y
Desmond hacen todo lo posible para ayudar a sus hijos y a sus compañeros.
Por
desgracia hay un límite en lo que un padre puede hacer para ayudar, así que
cuando Desmond es enviado a la caseta del perro, recurre a sus hijos para que
lo ayuden.
¿Tal vez
el mejor regalo de Navidad, y el que los ayudará a todos, es comprender que por
el amor que sienten vale la pena luchar?
“El hecho
de que el destino nos dé a nuestra pareja perfecta, no significa que siempre
sea fácil, o que no tengamos que luchar por ella.
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