Elite
Hunter Stark, sitio de aterrizaje en la Tierra, Cleveland, Ohio
Ahora no.
No otra vez.
Una ola de
mareo me obligó a plantar mi palma contra la pared de mi nave para mantener el
equilibrio. Durante las últimas horas, mientras exploraba este planeta en busca
de los criminales que cazaba, algo había estado asaltando mis sentidos. Algo
que nunca había sentido antes. Intenso. Confuso. Sin fuente ni razón. Habría
sospechado que había un patógeno en el planeta si la enfermedad no hubiera
comenzado mientras estaba en órbita.
No tenía
ninguna explicación o teoría detrás de lo que podría estar mal conmigo. Usé mi
varita ReGen para realizar una evaluación de salud completa tan pronto como
aterricé.
De acuerdo
con las lucecitas azul verdosas molestamente brillantes, estaba en perfecto
estado de salud… “Fuck…” El dolor explotó dentro de mi cráneo con la fuerza del
golpe de una daga. El calor corrió sobre mi piel en una ola. Mi palma ardía. Se
me revolvió el estómago.
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