Unos años después…
Nick tiró el sedal al agua y se sentó en el extremo del
muelle. Era un hermoso día de verano, con un cielo azul en lo alto, el sol
caliente en su piel desnuda. Sólo llevaba un par de pantalones cortos de
mezclilla bien gastados. La vida era buena.
Su mirada recorrió los verdes árboles y luego la cabaña de
madera situada al borde del agua.
El agente la había llamado lujo rústico. Aunque era un
diseño sencillo hecho de troncos, no había nada de rústico. Estaba llena de
todas las comodidades modernas que necesitaban. El estanque no era grande, pero
sí lo suficiente. A menudo los peces picaban, pero hoy estaban resultando
escurridizos.
Desde que él y Lainie habían comprado este lugar en los
Catskills hace dos años, venían tanto como sus horarios de trabajo se lo
permitían. Él sonrió, mirando una de sus primeras compras después de haber
comprado el lugar. Un conjunto de robustas tumbonas de piscina en la cubierta
junto al estanque. Las habían utilizado muy bien.
Respiró profundamente el aire fresco y limpio. Lo que más
le gustaba era la sensación de paz. Eso no sólo provenía de la tranquilidad y
el aire del campo. No, estar con Lainie, amarla, le había cambiado de manera
fundamental. Algo que agradecía cada segundo del día.
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