Dick Dickerson tuvo una noche de pasión con Hawke. El sexo
fue fantástico. Fan-tas-tico. Y luego el mundo bien podría haber terminado.
Hawke no lo quería. Pero las tetas no siempre eran una buena pareja. Antes de
que Dick pudiera hacer entender a Hawke, fue atacado y comenzaron las
pesadillas.
Una noche en los brazos de Dick hizo que Lord Hawke se
cuestionara todo. Cuando reclama accidentalmente a Dick, su alegría en el acto
pronto se convierte en angustia, ya que sabe que nunca podrá tener al hombre,
no a menos que quiera ir en contra de todo lo que sabe.
Eso es más fácil de decir que de hacer, especialmente
cuando es secuestrado y Dick tiene que acudir a su rescate. Y, por si fuera
poco, la mujer que sus mayores eligieron para él se niega a renunciar a él.
Entre la lucha por su derecho a aparearse con Dick y conseguir que éste le
perdone, descubrir que Dick es un guardián del tiempo parece la parte más
fácil.
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