Una mujer condenada.
Un guardia alienígena.
Condenada a muerte por matar a su maestro alienígena, la
única esperanza de Greta es un compasivo guardia. A pesar de su aspecto
aterrador, ella se siente extrañamente atraída por el enorme alienígena, pero
¿es lo que siente solo gratitud?
Mikaroz ha estado esperando toda su vida por la pareja
perfecta, pero nunca esperó que fuera una prisionera condenada, y mucho menos
una pequeña hembra humana. No puede permitir que muera por defender su honor,
no importa lo que tenga que hacer para salvarla.
Con sus vidas en la línea, ¿puede Greta arriesgarse a
confiar en él, con su vida y su corazón?
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