Erik ha amado a Dylan durante los últimos dos años, pero
nunca tuvo la esperanza de que el otro hombre pudiera verlo como algo más que
un amigo.
Entonces, cuando Dylan confiesa su amor durante un ataque a
su manada, y luego desaparece, Erik hará todo lo que esté en su poder para
recuperarlo.
Se supone que Dylan es humano.
Se supone que no debe
cambiar.
No es un shifter lobo.
Pero él lo es. Es el Rey lobo que
Erik estaba buscando.
No se siente como un Rey.
Se siente un fracasado.
Erik no lo cree así, y después de encontrar a Dylan, lo
deja perfectamente claro. Ama a Dylan y lo protegerá de los hombres con bata
que aún lo persiguen.
No porque Dylan sea su Rey, sino porque Dylan es su mejor
amigo y el amor de su vida.
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