Shane Cabell tiene fama en Honey Haven de ser una auténtica
zorra, un título que no se merece. Claro que le gusta coquetear. Es divertido y
bueno para su ego, pero Shane se comporta, hasta que Kieran Damiani entra por
las puertas del hotel. El nuevo manitas es alto, moreno y guapo, hace saltar
todos los gatillos que Shane posee. Lástima que Kieran no esté interesado en
él.
Kieran huye del desamor. Acepta el trabajo de manitas en
Honey Haven para alejarse de la vergüenza de enamorarse de un jugador. Todo lo
que quiere es empezar un nuevo capítulo en su vida, convertirse en el hombre
que solía ser, pero empezar de nuevo nunca es fácil, a menos que un jefe sexy
entre en tu vida y coquetee contigo a los cinco segundos de conocerlo. Pero
Kieran tiene un secreto que podría hacer que lo maten no sólo a él, sino
también a Shane.
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