Un maestro de armas cyborg gruñón choca con una mecánica
enérgica de la Tierra que pone patas arriba su ordenada existencia.
Secuestrada de su nave de exploración y esclavizada en un
mundo desértico, la mecánica Bellamy Walsh ha luchado por su supervivencia. Ha
tenido que luchar por todo en su vida y nunca espera que las cosas sean
fáciles. Después de ser rescatada por los duros y mortales cyborgs de la Casa
de Rone, se sorprende al verse atraída por una bestia gruñona de un cyborg. Un
genio maestro de armas que prefiere la soledad. Un hombre con sus propias
cicatrices. Un hombre cuyos brazos musculosos son lo único que ahuyenta las
pesadillas de Bellamy.
A Maxon Shaye le gusta que lo dejen solo para trabajar. No
le importan sus compañeros cyborg hermanos, pero encuentra a la gente molesta y
caótica. Está desconcertado por su creciente necesidad de mantener a salvo a
Bellamy Walsh, y cree que ella es irritante y descarada. La mujer sigue
invadiendo su taller, entrando en su espacio, y... lo aún más exasperante es
que en realidad le está empezando a gustar allí. Lo que no le gusta es su
ardiente necesidad de volver a ponerse en peligro.
Bellamy está decidida a ayudar a derribar a sus captores
los Edull que buscan metales y su campo de batalla mortal en el desierto y eso
la convierte en un objetivo. Sabe demasiado y los Edull no se detendrán ante
nada para silenciarla. Maxon hará cualquier cosa para mantenerla a salvo,
incluso si eso significa amenazar el creciente vínculo entre ellos. Pero para
destruir la arena Edull de una vez por todas, Maxon y Bellamy pondrán todo en
juego: su deseo, su amor, sus vidas.
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