Soy un solitario por una razón. No tengo muchas habilidades
sociales. Prefiero sentarme en mi terraza y mirar la puesta de sol que ir a una
taberna con compañeros de trabajo.
Mi idea de arreglarme es recortarme la barba con una hoja
recta cuando me llegue a la clavícula.
No puedo juntar dos palabras en compañía de una mujer
bonita y no son mucho más bonitas que Madison Thorne.
Ella es todo lo que no soy, extrovertida, fácil de ver y
dulce. No hay forma de convencerla de que venga a casa conmigo.
Afortunadamente no tengo que hacerlo. Parece que a Maddie
le gusta mi sin pulir aspereza.
Al menos, le gusto lo suficiente por una noche.
El problema es conseguir que se quede para siempre.
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