El último lugar en el que Ivie espera que
un hombre devastadoramente atractivo se acerque a ella es en un bar de
fumadores lleno de humo que rara vez frecuentan los vampiros, pero aquí lo
encuentra. Una enfermera de la clínica de un doctor y la hija de un motero,
Ivie está acostumbrada a decir lo que piensa. Como los aristócratas raramente
eligen a las mujeres de su clase, Ivie le pregunta a Silas qué tipo de juego
cree que está jugando.
A pesar de su exterior resguardado, Ivie
se rinde al feroz deseo que siente por Silas. Y, sin embargo, justo cuando se
relación se está calentando, él revela que no puede durar, porque está obligado
a regresar al Viejo País. Su vínculo solo se profundiza a medida que aprovechan
al máximo su valioso tiempo juntos. Pero cuando aprende la verdad, Ivie debe
encontrar una gracia salvadora, antes de que todo se pierda...
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