Con los demonios chupadores alma en
aumento, Wayland y sus hermanos tienen las manos llenas. Una noche, mientras
patrullaba, se encuentra con otra víctima e impide que al ser humano le
succionen su alma fuera de su cuerpo. Pero no está preparado para la
fascinación instantánea que siente por el pelirrojo, especialmente, porque no
se ha sentido atraído por los humanos.
Gilmore Flanagan prefiere trabajar desde
casa y perderse en sus videojuegos, que tratar con el mundo exterior. La gente
apesta, y siempre se sintió como si viviera en los márgenes de la sociedad,
nunca realmente sintió que encajara en algún lugar. Una noche, cuando se
dirigía a casa de su madre, es atacado, y piensa que está a punto de morir. Es
decir, hasta que un extraño viene a su rescate y lo lleva a un mundo que nunca
supo que existía.
¿Gil puede sobrevivir al mundo de los
demonios, o va a correr de nuevo a un mundo al cual realmente nunca perteneció?
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