Rule Breaker, el Casta León, solo tenía
unas pocas reglas que nunca rompía. Por nada. Ni por nadie.
1.Nunca tener sexo con una hembra fuera
de su subespecie, especialmente una hembra humana.
2.Nunca, en ningún momento, aceptar una
misión que tenga que ver con una mujer cuando Jonas Wyatt hiede a mentira.
3.Correr, no caminar, trastabillar o
tambalearse. Correr, como alma que lleva el diablo, lejos de cualquier hembra,
humana o Casta, cuando su deseo por ella parece, de alguna manera, tener
incluso el más leve indicio de Calor de Acoplamiento.
Ahora, la mujer con la que cree estar
acoplado, está demasiado indefensa, es amante de la diversión y está demasiado
llena de vida para ser capaz de protegerse, mucho menos facilitarle su protección.
Si el maldito animal en su interior
insiste en una compañera, entonces ¿por qué elegir a la mujer que escogió? ¿Una
que podría ser eliminada en cualquier momento?
Excepto que lo que él sospechaba era un
acoplamiento, podría no serlo. ¿Ninguna glándula inflamada? ¿Sin calor? Solo
sus instintos animales rebelándose, subiéndose por las paredes, irritándose
cada vez que él se aleja de ella.
De acuerdo, podía manejarlo.
Lo que deviene es una ardiente aventura
amorosa que quebranta todas las reglas del calor de acoplamiento y a la larga
pondrá en peligro a su compañera con las reglas creadas para proteger a los
Casta, cuando Jonas se entere que ella, posiblemente, ha estado trabajando en
su contra.
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