No tengo ninguna duda que Bryan Ferro
está hablando en serio: si no duermo con él, me destruirá. Todo lo que he
ganado se irá al viento como el polvo, y mi vida ya no será mía. Su demanda por
solo una noche se transforma en días. Él no me quiere para una aventura de una
sola vez, es más que eso.
Pero cuando estoy parada ahí, lista para
rechazarlo, lo oigo. El sonido familiar, la duda, el ligero tirón en su voz, y
eso es lo que me obliga a ceder. No es Neil, ni Maggie o siquiera el dinero… es
Bryan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario