«Carter no
se va a creer la defensa de ‘Oops, me caí en tus labios’.
Él es
inteligente, y lo respeto a pesar de nuestro argumento, así que no tengo
excusas. No hay ninguna. Me meto un mechón de cabello detrás de la oreja y
cambio mi peso a mi otro pie. Nate traga saliva, atrapada entre respiraciones
cuando Carter entró. Los dos se congelan, mirándose el uno al otro con horror.
Se siente como los veinte minutos más largos de mi vida, pero no pudieron haber
sido más que unos pocos segundos.»

No hay comentarios:
Publicar un comentario