Después de
perder un brazo en la guerra, el cambiaformas león dominante Abram sufre de
trastorno de estrés postraumático y tiene problemas para adaptarse a la vida
civil. Sus sesiones con su terapeuta, Kane, son las únicas cosas que espera con
ansias.
Las
chispas se encienden después de un beso accidental. Cuando Kane decide que no
es profesional seguir viendo a Abram, todas las cartas bajan y el león de Abram
va al acecho. Abram podría ser un veterinario roto, pero su león sabe que Kane
es su compañero y dejarlo ir no es una opción.
El
cambiador de gatos Omega Kane tiene un gran problema. Ha estado enamorado de
Abram desde que el veterinario herido entró en su vida. Cuando mantener las
cosas profesionales entre ellos ya no funciona, Kane se escapa, aterrorizado
por la intensa atracción entre ellos.
Kane le da
a Abram una gran persecución, pero pronto se da cuenta de que los leones son
cazadores persistentes, y cuando se trata de asuntos del corazón, solo un tonto
rechazaría el vínculo de apareamiento.
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