Stryker
Magnus ha nacido en una vida que nadie pediría, ni siquiera rezaría por tener.
Pero trabajar para el Infierno tiene sus ventajas, como la inmortalidad, y
Stryker está lejos de ser malvado. En realidad, sólo es el repartidor que odia
su trabajo.
Rafe Damas
vive una vida solitaria, ignorado por la única familia que le queda: su padre.
Cuando Stryker y sus hermanos entran en su vida, se sorprende al saber que los
sabuesos del infierno son reales... Y están ahí por él.
Pero
cuando Stryker pasa de intentar llevarse su alma al infierno a protegerlo, Rafe
empieza a enamorarse de él. ¿Cómo no iba a hacerlo por el hombre que le rescató
y le está ayudando a ver todo lo que se ha perdido en la vida?
Cuando se
da cuenta de que Stryker tiene un temperamento celoso y de que ocurre mucho más
de lo que le dijeron a Rafe, empieza a preguntarse si tomó la decisión correcta
de confiar en Stryker. Incluso la oportunidad de amar, por muy difícil que sea,
tiene que ser mejor que acabar en el infierno, ¿verdad?
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