Encarcelado
sin ninguna razón que conozca o entienda, Kurby ha decidido que es más fácil
vivir escondido como gato de Pallas que como hombre en la prisión del
ayuntamiento. Eso es hasta que el concejal Elija Hamilton entra en su celda.
Encontrar
a su pareja en una celda de la prisión no es algo que él esperara, pero maldita
sea si iba a rechazar al hombre. Kurby era suyo y no importaba lo que pasara,
lo tendría.
Cuando la
vida de Kurby se ve amenazada, no hay nada que Elija no haría para mantener a
su compañero a salvo, incluso si eso significa liberar a su Chupacabra.
Hola, feliz lunes.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por compartir.
Un abrazo ❤️