La tensión
flota en el aire de Ridgebury y Marcus está justo en medio.
Cuando
conoce a Beast, Marcus piensa que es un tipo demasiado callado, cerrado y un
poco gruñón.
Pero
cuando Marcus es atacado en un club, es Bestia quien acude en su rescate. Ahora
Marcus está furioso porque el cambiaformas lobo ha sido asignado para
vigilarlo.
Beast se
siente como si hubiera sido condenado al peor de los trabajos cuando su alfa le
dice que vigile a Marcus tras el ataque del humano.
¿Qué sabía
Beast sobre la interacción con humanos?
Nada.
Cuando las
cosas desembocan en una noche de pasión, Beast se queda atónito al saber que
Marcus -un tipo demasiado ruidoso, demasiado atrevido y un poco molesto- es su
compañero.
Pero algo
más siniestro está ocurriendo, y Beast hará lo que sea necesario para mantener
a Marcus a salvo, incluso si eso significa matar hasta el último vampiro de la
ciudad.
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