¿Elegida?
Difícilmente.
Carmen lleva años derribando
organizaciones criminales. Cuando su jefe le dice que se va fuera del mundo
para cazar y destruir a las personas que intentan asesinar a una adorable
princesita, ella aprovecha la oportunidad para demostrar su valía. Su jefe no
mencionó nada acerca de tres guerreros calientes como el infierno que deben
pretender ser sus compañeros. Tampoco mencionó que el presunto cuartel general
de los malos está dentro de un club que se especializa en cumplir todas las
fantasías de sus clientes.
Kayson, Geros y Mal no son de ella.
Ella no es de ellos.
Entonces, ¿por qué cada toque la
prende fuego? ¿Por qué es tan fácil ceder al placer que proporcionan? Ella debe
seguirle el juego. Nada es real. Cada toque mágico, cada jadeo, es solo parte
de la misión. Cuando ella ruega por más, todo es parte del plan… ¿no es así?
¿Y enamorarse de ellos?
Absolutamente prohibido.
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