Nando no se fía fácilmente, y cuando se encuentra con el
veterinario del pueblo, piensa que el Dr. Evan Scott es arrogante. Nando haría
bien en mantenerse alejado de él, pero es incapaz de resistir el encanto de
Evan. Cuando le invitan a cenar en la mansión, Nando no está seguro de si debe
ir. Pero su curiosidad se impone y pronto se da cuenta de que hay un mundo
completamente distinto delante de sus narices.
Evan sabe que tiene que tomarse las cosas con calma con
Nando. El humano no confía fácilmente, lo que hace que el trabajo de Evan para
conocer a su compañero sea aún más difícil. Pero cuando Nando es atacado y dado
por muerto a un lado de la carretera, a Evan le toca cuidar a su compañero y
encontrar al responsable. Nada en el cielo ni en la tierra le impedirá proteger
lo que es suyo y hacer pagar al culpable.
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Muchas gracias por este regalo.
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