El escudero William Raven sólo tiene un objetivo: recibir
por fin sus espuelas y convertirse en caballero. Cuando su señor, Sir Robert de
Cantilou, regresa de una cruzada de cinco años en Tierra Santa, William no
quiere otra cosa que impresionarlo.
Tras el regreso de Sir Robert, llegan invitados nobles de
Francia, que traen la intriga al castillo. William es ajeno a la política, ya
que se distrae con las visitas nocturnas de un amante sin rostro -un hombre que
lo complace en la oscuridad y luego se va-, un hombre que pronto descubre que
no es otro que su señor, Sir Robert.
Pero William no puede ignorar las intrigas que lo rodean
cuando escucha un complot para asesinar a Robert. Se empeña en salvar a su
señor y amante de aquellos que quieren verlo muerto.
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