Abby ha luchado durante mucho tiempo contra la oleada de
dolor que atrapa a su familia. Su hermana, Providence, desapareció casi un año
antes, pero su padre se niega rotundamente a abandonar la búsqueda. Abby lucha
por mantener la esperanza, pero la pérdida duele demasiado y la vida debe
continuar, ¿no? Cuando por fin empieza a aceptar su nueva normalidad, no está
preparada para la llegada de dos extraños hombres que afirman conocer a su
hermana mientras le cuentan historias de invasores alienígenas. Peor aún, los
gigantes se parecen mucho a los demonios más que a los alienígenas, con su piel
roja como la sangre, y su increíble historia es igual de cruel.
Ashtoret se sintió honrado de ser elegido para la misión
que salvaría el mundo natal de los humanos, aunque esa no era su única razón
para ir a la Tierra. Hizo un juramento solemne a su amiga Providence de que
llevaría la noticia a su familia de que estaba a salvo. Ni en sus sueños más
salvajes Ashtoret pensó que descubriría su singular razón de estar en el hostil
planeta azul.
Atrapada en el fuego cruzado, Abby no sabe qué pensar, pero
no puede quedarse de brazos cruzados cuando todo el infierno llueve sobre sus
extraños visitantes. Con las amenazas acercándose desde todos los frentes,
Ashtoret debe luchar para aferrarse a su sexy y valiente humano.
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