Si
ella no hubiera estado tan enferma, podría haberlos hecho pagar un precio más
alto cuando vinieron por ella. Lamentablemente, había pasado más de un mes
desde que su vampiro había muerto, y la comandante Zara Bryt estaba
profundamente enferma por el exceso de sangre.
De todos modos, hicieron falta
ocho de ellos para derribarla, extender sus brazos y piernas, y quitarle la
ropa. Luchó contra ellos tan ferozmente que se provocó una hemorragia nasal
espontánea. Sintiendo la humedad caliente que rodaba hacia su labio superior
cuando luchó contra las manos que la sujetaban, Zara hizo una mueca. Había
pasado demasiado tiempo desde que la habían vaciado…….
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