
¿Estás listo para la verdad?
Empecé a escribir todo de ella. No quiero olvidar.
El color de su pelo. La profundidad de sus ojos. La
obstinada forma de su mandíbula. La forma en que sus labios forman palabras con
tal expresión. La forma en que su voz le llegaba. La forma en que daba consejos.
La forma en que sonaba como si se preocupara por cada
palabra.
La forma en que me hizo sentir: vivo.
Cada curva y hueco de su cuerpo quedó registrado en mi
mente, y ahora en mi disco duro.
Había un poco de verdad en cada mentira, y aunque la conocí
brevemente, quería y necesitaba recordar a la verdadera Iris.
Porque al final, había una cosa irrefutable que no podía
negar.
Rehén o buscavidas, pecadora o santa, lo que ella era o no,
si me mintió a la cara o se burló de mi, todo esto parecía quedar en segundo
plano.
Ella era mía. Inconcebiblemente. Sin lugar a dudas.
Mía.
Después de otro sorprendente descubrimiento, seguido de una
perturbadora carta, Dair está casi seguro de que Iris lo ha abandonado para
siempre. Él hace todo lo posible por seguir adelante.
Es más fácil decirlo que hacerlo, y cuando surge una
inesperada y peligrosa oportunidad de averiguar que ha pasado con ella, no duda
en tomarla.
Con Iris, como de costumbre, la respuesta lo deja más
perdido que la pregunta.
Cada revelación es un misterio, y cada descubrimiento deja
a Dair más en la oscuridad que nunca.
Cuando por fin la verdad se revele en su totalidad, ¿estará
preparado para ello?
No hay comentarios:
Publicar un comentario