Drogado y secuestrado por Vampiros, casi
declarado muerto por su clan, el poderoso VampLycan Veso, debe confiar en una
criatura que le disgusta casi tanto como estos ‘chupasangres’ que le atraparían
si intentara escapar… una humana.
Pero cuando Glenda demuestra ser más
ingeniosa que la mayoría de su especie, acepta mantenerla segura a través de
las tierras salvajes de Alaska. Para ello, tendrá que luchar contra la
abrumadora atracción que siente por esta inquisitiva belleza a cada
insoportable paso del camino.
Glen no sabe lo que es peor: descubrir
que es pariente lejana de un Vampiro que se ve a sí mismo como un Rey (un…
¿qué?), o el hecho de que dicho pariente chiflado está tratando de obligarla a
dar a luz a su futura reina, emparejándola con un tipo que resulta ser
medio-Vampiro, medio-Licántropo.
Veso es aterrador, tiene garras, pero
también es la clave para su supervivencia. Glen tan sólo desearía poder ignorar
todos esos músculos suyos o la forma en que su propio cuerpo responde al de él.
A cambio de ayudarle a escapar Veso le ha
prometido mantenerla con vida… pero Glenda podría perder su corazón en ese
trato.
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